Hablar de smart working, o trabajo inteligente, significa entender el trabajo como una herramienta que nos ayude a ser más productivos, apoyándonos en la tecnología y en las nuevas herramientas digitales. Pero sin olvidar nunca el bienestar del empleado, tanto a nivel profesional, como personal.

Vivimos en una sociedad que, tradicionalmente, se ha basado en un sistema de trabajo en el que productividad era sinónimo de horas trabajadas. ¡Es el momento de romper con esa premisa que, cada vez, se aleja más de la realidad!

En este artículo hablamos sobre smart working, es decir, sobre cuantificar el trabajo y su calidad, fijándonos en la felicidad de los empleados, y los resultados obtenidos y objetivos alcanzados.

Características del Smart Working

El smart working se caracteriza, principalmente, por ofrecer a los empleados las herramientas y recursos digitales que necesitan para poder trabajar de forma eficiente, desde cualquier lugar. Es por este motivo que, las herramientas usadas en el trabajo inteligente facilitan y favorecen el teletrabajo, aunque no son conceptos sinónimos.

Las principales características que definen el smart working son:

Flexibilidad

Varios estudios realizados a nivel mundial, coinciden en que más del 70% de los empleados consideraría cambiar de trabajo si mejoraran sus condiciones de flexibilidad laboral. El Smart working permite apostar por la conciliación, la flexibilidad horaria, el reparto de tareas, etc.

Confianza

Debemos desechar la idea de que si un empleado no está “vigilado” en su puesto presencial de trabajo, este no se dedicará a realizar sus tareas. Además, gracias a las herramientas digitales, diseñadas a propósito para el smart working, se puede medir el desempeño de los empleados, de una forma aún más fácil y precisa

Autonomía

Este tipo de trabajo ofrece la posibilidad al trabajador de autogestionarse, ya que le ayuda a ser más consciente de cuáles son sus objetivos SMART y las tareas que ha de realizar para alcanzarlos, reduciendo los niveles de estrés y frustación.

Orientación a resultados

Las herramientas del smart working ayudan al empleado a desarrollar su capacidad de diseñar su propia estrategia de trabajo. Teniendo en cuenta el tiempo disponible, los recursos, y la prioridad de cada una de las tareas que realizar hasta llegar a la meta final.

Digitalización: clave para smart working

Porque emplear herramientas digitales, no significa simplemente trabajar con un ordenador, utilizando hojas de cálculo o documentos de Word. Significa conocer de qué herramientas digitales, diseñadas y preparadas para el trabajo inteligente, disponemos. Y elegir aquellas que mejor pueden ayudarnos, en función de nuestras tareas y objetivos

Centralización

Las herramientas de gestión, sirven para obtener una mejor y más fluida comunicación entre diferentes equipos y departamentos. Gracias a ellas podemos centralizar todos nuestros documentos de trabajo, de modo que un empleado.

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Por qué elegir el Smart Working

Es cierto que el Smart working requiere una buena gestión, organización y disciplina para que realmente sea de utilidad, tanto para la empresa como para el trabajador. Por lo que nos preguntamos: ¿El Smart working es para todo el mundo? La respuesta es no. No todos los perfiles son aptos para trabajar de este modo, ya que siempre van a existir funciones y tareas que requieran la presencialidad, ser realizadas en un horario determinado, etc.

Pero, en aquellos casos en los que sí, y una vez dominada la técnica, sabiendo cómo utilizar las herramientas digitales de las que disponemos, y habiendo desarrollado nuestra propia estrategia de trabajo, los beneficios que obtenemos de esta metodología de trabajo son numerosos.

Por ejemplo, en el caso de querer implantar el teletrabajo, el smart working y los recursos y herramientas que ofrece, serán de gran utilidad. Por otro lado, mejora el bienestar del empleado, que siente que su empresa confía en él y en su responsabilidad. Y, por este motivo, le da libertad para poder organizarse, favoreciendo la conciliación entre su vida personal y laboral. Evitando, así, problemas como la falta de compromiso o el burnout.

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Cómo aplicar el Smart Working en tu empresa

A raíz del confinamiento, numerosas empresas se vieron obligadas a implementar el teletrabajo. Muchas se dieron cuenta de que no contaban con las herramientas digitales necesarias para poder trabajar en remoto. Este es uno de los síntomas más relevantes que nos lleva a pensar que todavía queda un largo camino que recorrer hasta llegar a entender al smart working como uno de los principales modelos laborales.

Además, el smart working también puede conllevar algún que otro riesgo. Ya que, al trabajar de forma digital, comunicándonos a través de plataformas, podemos caer en el error de olvidar la interacción y el contacto personal. Es importante que los líderes o responsables de los equipos, procuren mantener el sentimiento de cercanía y pertenencia la grupo, para que el trabajador no se sienta aislado.

Por tanto, podemos resumir el smart working como un pacto de responsabilidad entre empresa y empleado. La empresa debe hacerse responsable de que el trabajador sepa exactamente qué debe hacer y cómo, cuáles son sus objetivos, y qué relación tienen estos con los objetivos estrategia de la compañía. Y, por su parte, el empleado ha de comprometerse, de ser responsable y garantizar que va a cumplir esos objetivos. Sin entender esa flexibilidad y libertad que la empresa le brinda como excusa para “trabajar menos”, si no para trabajar de manera más productiva.

Conclusión

En definitiva, y como bien nos hacen reflexionar desde Bussines Tech: “El futuro evoluciona y se encuentra con nosotros a un ritmo, cada vez, más rápido. Nos ofrece muchas maneras de mejorar la forma en que vivimos y trabajamos: sin problemas, de manera cómoda, rápida, segura y conveniente”.
Como hemos visto a lo largo del artículo, el smart working redefine el concepto de trabajo tradicional, otorgando mayor flexibilidad, confianza y autonomía al empleado. Además, una de las mayores ventajas que nos aporta el trabajo inteligente, es la posibilidad de trabajar en remoto, de la misma forma que lo haríamos de forma presencial. Ya que el empleado dispone de todas las herramientas necesarias para desempeñar sus tareas sin ningún problema o inconveniente.

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