Trabajo y salud mental son dos conceptos que van de la mano. Tener un empleo satisfactorio ayuda a sentirse realizado, a mejorar la salud y la autoestima, las relaciones sociales y el estatus socioeconómico.

En cambio, las malas condiciones laborales o incluso no tener trabajo, pueden desencadenar en efectos perjudiciales para la salud.

La reciente crisis de COVID-19, ha impactado en los niveles de salud mental de las personas. Esto también se ha visto reflejado en la forma de interactuar en el lugar de trabajo. A raíz de esto, se han tenido que aplicar nuevas metodologías de trabajo para poder hacer frente a ella.

Cuanta más salud y más bienestar laboral tengan los trabajadores, mejor serán los resultados de la compañía.

En el siguiente artículo te contamos la importancia de no separar el trabajo y la salud mental de nuestros trabajadores.

¿Por qué es importante cuidar la salud mental de los trabajadores?

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud mental como “… un estado de bienestar en el que un individuo se da cuenta de sus propias habilidades, puede hacer frente al estrés normal de la vida, puede trabajar de forma productiva y puede contribuir a su comunidad.”.

Con la definición que ofrece la OMS, es fácil entender que la salud mental del trabajador influye directamente en su productividad. Según un análisis realizado por Mentiness, la duración media de las bajas por temas de salud mental es entre 9 y 12 meses. Esto supone un coste directo para las empresas.

Según Seguridad Laboral, una de cada cuatro bajas en España es por estrés laboral. Esto se traduce en pérdidas de más de 25.000 millones de euros al año. El coste anual en España por bajas relacionadas con temas de salud mental alcanza los 80 mil millones de euros, según IEPP.

Esto, sumado a la baja productividad que tiene un empleado con mala salud mental, trae consecuencias desfavorables para la organización. Por tanto, debemos estar cada vez más pendientes de la psicología de nuestros empleados, de esta manera nos será más fácil conseguir los objetivos.

No hay mejor reputación que la que nos puede dar un empleado. Teniendo en cuenta siempre su salud mental, preocupándonos por ellos y buscando medidas para intentar buscar siempre la felicidad en el trabajo, nos será más fácil evitar la fuga de talento. Por esto, tenemos que tener siempre en cuenta y llevar siempre de la mano el trabajo y la salud mental de los empleados.

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 ¿Qué factores influyen en la salud mental de los trabajadores?

Existen varios factores que pueden influir en la gestión de la salud mental de los trabajadores. Algunos de estos factores son:

  • El contenido del trabajo: La monotonía, el trabajo rutinario, etc. crean un ambiente de “aburrimiento” que acaba atrapando mentalmente al empleado.
  • La carga laboral y el ritmo: La sobrecarga de trabajo, las interrupciones, la presión… puede traducirse en un estrés crónico en el trabajador.
  • Horarios de trabajo: La turnicidad, el exceso de disponibilidad o los horarios muy largos, acaban fatigando a los trabajadores. Por eso, plantearse un horario flexible puede ser una buena opción.
  • Poca participación y control excesivo: La falta de autonomía, la dependencia, la poca participación o la dificultad para comunicarse, puede crear en el empleado una “jaula” que acaba con su salud mental.
  • El entorno y el equipo: Un mal ambiente laboral, las malas condiciones del sitio de trabajo, o una mala relación con los compañeros, también afecta negativamente a la salud mental del empleado. Por eso, es importante evitar los conflictos laborales.
  • Desarrollo profesional: si no se valora el trabajo del empleado, no se premia, no se promociona, puede tener una visión de estancamiento desfavorable para su salud mental.

Estos solo son algunos de los factores que pueden influir en el trabajo y la salud mental de los empleados. Es importante tener en cuenta cada uno de ellos, estudiar a los equipos y ver la posible aparición de otros factores que impidan un bienestar laboral.

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¿Cómo fomentar la salud mental en el trabajo?

Implementar estrategias que mejoren la salud tanto física como mental del personal, mejora la calidad de vida y, además, aumenta la productividad de los empleados.

La OMS, por su parte, recomienda una serie de tareas para que las empresas cuiden de la salud mental de sus trabajadores.

Facilitar recursos

Nos recomienda facilitar recursos tanto económicos como materiales para ayudar al trabajador a cuidar su salud mental. También, el hecho de que los empleados sepan que tienen a su plena disposición, por ejemplo, un psicólogo, les ayudará a mantener su equilibrio.

Observar y estudiar a los equipos

Por otro lado, es importante observar y estudiar a los equipos, para buscar cualquier ápice de falta de salud mental. Pues coger el problema desde el principio, nos ayudará tanto a nosotros como al empleado. Para ello, también es importante que los trabajadores tengan confianza con los líderes y que no lo vean como un superior, si no como alguien con quien poder hablar.

Facilitar la conciliación

Además, la OMS también habla de implantar prácticas para promover la conciliación familiar. Los trabajadores son felices cuando pasan tiempo con sus familias. Teniendo la posibilidad de “desconectar” del trabajo y pasar tiempo con los suyos, bajará el riesgo de fatiga laboral y del síndrome de burnout.

Recompensar y premiar la productividad

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud también recomienda recompensar y premiar la productividad y el tiempo dedicado de los empleados. También es importante promover la participación de estos en algunas decisiones. Al sentirse valorados y recompensados, tendrán un sentimiento de agradecimiento y felicidad que ahuyentará la mala salud mental laboral.

Conclusión

Hay que tener siempre en cuenta “trabajo y salud mental” como dos conceptos indivisibles. Por eso, este concepto y el de trabajo siempre han de ir de la mano.

Sabiendo los factores que afectan a los trabajadores y tomando medidas para que estos intenten repercutir lo menos posible en sus vidas, podremos decir que hablamos de una “empresa sana”.

Además, teniendo en cuenta que el bienestar del equipo influye directamente en la productividad y disminuye el ausentismo, entre otros, nos ayudará a aumentar los beneficios de la organización.

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