Seguramente habrás oído hablar de la metodología design thinking en diferentes ámbitos: educación, empresarial, social… Esta metodología necesita diversas herramientas, procesos, fases y técnicas para poder ser utilizada con precisión y lograr el objetivo propuesto.

La metodología design thinking resulta útil en cualquier sector profesional y en muchos contextos. Tener la capacidad de cambiar nuestra visión para permitirnos pensar y observar cualquier cosa desde un punto de vista distinto al nuestro, es la clave de la metodología design thinking

Si quieres descubrir una forma innovadora de resolver conflictos, aumentar la productividad y mejorar el clima laboral de tu empresa, y no sabes cómo conseguirla… ¡Sigue leyendo nuestro artículo!

¿Qué es la metodología design thinking?

La metodología Design Thinking permite abordar conflictos y problemas complejos de la organización desde un marco centrado en el ser humano. Esta metodología, se utiliza para encontrar soluciones innovadoras centradas en las necesidades y deseos de los empleados o clientes. Esta metodología funciona muy bien cuando existan problemas que resulten más complejos para la empresa.

Es una herramienta útil para cualquier sector profesional, ya que el objetivo general es conocer las estrategias y diferentes soluciones alternativas que a primera vista y con un solo análisis, no parecen tan evidentes. Por eso, el design thinking también ayuda al desarrollo del pensamiento creativo en las empresas. 

Por otro lado, desarrollar la empatía y cuestionar métodos antiguos para poder encontrar nuevas formas más creativas y eficaces, es algo que se consigue gracias a esta metodología no lineal. También se adapta fácilmente a cualquier escenario, por lo que puede utilizarse en el ámbito personal y profesional.

Además, la metodología design thinking promueve que los equipos estén dispuestos a probar ideas, recibir feedback y realizar ajustes continuos a medida que avanzan. Gracias a esta metodología, se incentiva el trabajo en equipo, pues valora la diversidad de perspectivas con personas con diferentes habilidades, experiencias y antecedentes.

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Etapas de la metodología design thinking

La metodología design thinking consta de varias etapas que no necesariamente se realizan en un orden rígido, pues están diseñadas para guiar a los equipos para la solución creativa de problemas:
  1. Empatizar. Es imprescindible empatizar con los clientes o los usuarios y sus necesidades. Esto se consigue gracias a las investigaciones, entrevistas, observaciones, y distintos métodos que junto con la inteligencia emocional te permitirán conseguir una visión más completa de sus deseos y necesidades.
  2. Definir. Realizado el proceso de empatía, llega la hora de definir los problemas para empezar a identificar posibles soluciones.
  3. Idear. En este punto, empezamos con la generación de ideas creativas para aportar soluciones al problema o problemas bien definido/s. Podemos realizar un brainstorming con el equipo. Es importante no juzgar ni descartar ninguna idea por distinta que parezca.
  4. Prototipar. Es hora de crear prototipos de las ideas que han sido seleccionadas en la fase anterior. Llevar las ideas a la práctica para comprobar que nos ofrecen los resultados y las soluciones esperadas. Este paso es previo a la solución definitiva.
  5. Probar. Por último, analizar los resultados de los prototipos puestos en práctica es esencial para comprobar si funcionan o no. De esta manera también puedes saber si tienes que hacer cambios y dónde has de hacerlos. Estos resultados puedes obtenerlos mediante entrevistas o tests para evaluar la solución.

¿Cómo aplicar la metodología design thinking?

Familiarizar a tus equipos y a los líderes con los conceptos del Design Thinking es básico para poder aplicar esta metodología en tu empresa. Para afrontar un problema o desafío relevante en la empresa, que tenga bastante impacto en la organización, puedes reunir a diversas personas de los diversos equipos de la empresa para que aporten diferentes perspectivas sobre el problema a resolver.

Así, mediante investigaciones y entrevistas, puedes averiguar y comprender las necesidades y deseos de los clientes. Es importante animar a tu equipo para que generen una gran cantidad de ideas que puedan abordar el problema. De esta manera, también fomentarás el pensamiento divergente en ellos.

Por último, es importante proporcionar a tus equipos formación continua sobre la metodología Design Thinking, y tener en cuenta, que la implementación de esta metodología requiere tiempo, compromiso y paciencia por parte de la organización.

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Conclusión

La metodología Design Thinking permite abordar conflictos y problemas complejos de la organización desde un marco centrado en el ser humano. Se utiliza para encontrar soluciones innovadoras centradas en las necesidades y deseos de los empleados o clientes. El desarrollo de esta metodología, consta de varias etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y probar. Para implementar la metodología design thinking en tu empresa es importante que tus empleados se familiaricen con ella, proporcionándoles la información necesaria, a través de la formación continua.

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