Las competencias profesionales se evalúan en todos los candidatos durante los procesos de selección. Estas habilidades pueden variar con el paso de los años y dependiendo de las exigencias del contexto.

Saber identificar estas competencias en los candidatos es un trabajo detallado, pues pueden marcar la diferencia entre dos candidatos a priori “iguales”. 

Las habilidades laborales ayudan al candidato a encajar mejor en la metodología y filosofía de trabajo de una organización. Además, también aporta valor en consonancia a las necesidades de la empresa.

Por tanto, cuanto mejor se definan las competencias laborales necesarias para el desempeño y funcionamiento de un puesto, más sencillo y eficaz será el proceso de selección.

En este artículo veremos qué son las competencias profesionales y algunos ejemplos, ¡sigue leyendo!

¿Qué son las competencias profesionales?

Las competencias laborales son aquellas capacidades y aptitudes de los empleados para desarrollar su trabajo con calidad. Es importante remarcar que cada puesto de trabajo requiere de unas competencias distintas, y por esto, cada empleado deberá desarrollar unas u otras.

Hablando de estas competencias, no nos referimos únicamente a las habilidades técnicas de los empleados. Las habilidades técnicas son los conocimientos que permiten realizar un trabajo o tarea, la competencia profesional es la capacidad que se tiene para efectuarla con mayor o menor éxito.

David McClelland fue el primero que acercó el concepto “competencias” al mundo profesional. Para el profesor, las aptitudes académicas no permiten saber el grado de desempeño laboral. Por esto, propone que, para diferenciar a los trabajadores, se tenga en cuenta las competencias como empatía, flexibilidad, liderazgo…

Entonces, las competencias profesionales son el conjunto completo de conocimientos, destrezas, actitudes y capacidades que posee un empleado. Además, su finalidad es generar un mejor desempeño en el trabajo, contribuyendo de esta manera a lograr los objetivos y metas de cada individuo.

 Tipos de competencias laborales

Las competencias profesionales se clasifican en tres grandes grupos: las básicas, las genéricas y las específicas. Vamos a ver cada una de ellas y algunos ejemplos:

Competencias profesionales básicas

Las competencias básicas y de comportamiento se refieren a las competencias esenciales que tiene una persona. Son conocimientos adquiridos desde muy pronto que se van afianzando con la educación.

Pueden dividirse en dos subgrupos: personales (aptitudes aprendidas con la educación, por ejemplo: matemáticas, lectura, escritura, etc.) y sociales (modales, comunicación, convivencia, más enfocadas a las soft skills).

Competencias profesionales genéricas

Conocidas también como competencias transversales. Abarcan los aspectos generales de trabajar en una empresa. Ejemplos de estas competencias profesionales son la creatividad y la inteligencia emocional. Estas competencias tomarán distinta forma dependiendo del área de trabajo.

Desde el Departamento de Recursos Humanos, se establecerá qué competencias definen a la organización, y a partir de aquí, estas habilidades se buscan en los candidatos.

Por otra parte, este tipo de aptitudes no tienen por qué ser innatas, casi todas pueden aprenderse. Una vez aprendidas, pueden entrenarse mediante la formación.

Competencias profesionales específicas

Están relacionadas con el conocimiento y el trabajo en concreto. Son conocidas también como hard skills, y se consideran esenciales para el desarrollo de cualquier puesto. Se refieren a las “competencias técnicas” o dominio de las herramientas para desempeñar una actividad laboral.

Son diferentes para cada profesión, pues un chef no necesita las mismas competencias específicas que un informático, pero todas se adquieren mediante formación. El manejo del paquete Adobe sería un ejemplo de competencia profesional específica.

Desde Recursos Humanos es importante distinguir estas competencias, entre las generales, que se piden a todos los empleados solo por trabajar en la empresa, y las que se piden a los empleados dependiendo del puesto.

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Competencias profesionales más demandadas: ejemplos

Las empresas buscan características diferenciadoras en sus candidatos. Por eso, para lograr el éxito profesional es necesario que los empleados tengan una mezcla de conocimientos y habilidades profesionales. Para ello, la entrevista por competencias será nuestro mejor aliado.

Las dinámicas de grupo están tomando cada vez más relevancia dentro de las organizaciones por permitir observar las competencias de los candidatos.

Según Christian Leclerc, director de K2 University y autor de varios libros sobre el liderazgo y la gestión de empresas, estas son las competencias profesionales más demandadas en 2022:

  1. Comunicación y trabajo en equipo. Tras la crisis sanitaria de 2020, el teletrabajo ha ido cobrando más importancia. Por esto, la comunicación es primordial para conseguir sacar el trabajo adelante.
  2. Liderazgo y administración. Tener un buen líder a la cabeza de las estrategias y planes, sigue siendo básico en todas las empresas. Por eso, las capacidades de liderazgo y de buena administración son básicas a la hora de dirigir un equipo.
  3. Colaboración. Es importante contar con cada integrante del equipo y compartir sus ideas.
  4. Desarrollo personal. Es importante mantener un bienestar laboral para todos los empleados. Los líderes y la dirección de la organización deben centrar sus esfuerzos en que el bienestar sea real en todos los departamentos.

También han cobrado importancia algunas hard skills:

Pensamiento analítico

Esto permite interpretar datos y hacer un diagnóstico sobre los problemas o tendencias, ayudando, de esta forma, a tomar soluciones eficaces.

Programación web

Tras la crisis sanitaria, la transformación digital de las empresas se ha acelerado. Actualmente, los especialistas con conocimientos de desarrollo de páginas web y de herramientas de marketing digital, son unos de los más buscados en el mercado.

Ciberseguridad

Con el aumento del trabajo en remoto, la ciberseguridad también ha tomado importancia y cada vez son más las empresas que invierten en ello.

Conclusión

Los tiempos de crisis, aunque parezca contradictorio, son momentos de grandes oportunidades para experimentar e innovar.

No se prevé que esto cambie a corto plazo, pues los efectos de la pandemia empiezan a sentirse ahora. Contar con empleados con competencias laborales que les ayuden a adaptarse al cambio nos podrá por delante de nuestra competencia.

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